FINCA MUSEO MARQUES DE VALDECILLA
Con una superficie de 15 hectáreas, la Finca es un espacio que cuenta con un gran jardín y seis edificaciones construidas entre los siglos XIX e inicios del XX para ser residencia de Don Ramón Pelayo de la Torriente, Marqués de Valdecilla.
Es un magnífico entorno natural con un rico patrimonio paisajístico. El que fuera espacio privado y refugio de descanso de Ramón Pelayo de la Torriente, actualmente contiene jardines, praderas y arbolado autóctonos y exótico de gran relevancia que el visitante puede acceder de forma libre a través de los caminos acondicionados y accesibles para cualquier público.
El paseo es un retroceso a principios del siglo XX para conocer la vida de una familia indiana.
Su ubicación en una suave colina de la localidad de Valdecilla ofrece un excepcional mirador natural desde donde puede contemplarse, en días despejados, una amplia extensión de la comarca: desde la próxima Peña Cabarga y el Pico Castillo hasta las Cabezas de Liérganes o las cumbres del alto Miera.
La Finca del Marqués de Valdecilla tiene en su entrada una imponente portalada de piedra, la cual no es original de la finca sino que se trajo aquí en el invierno de 1935, en tiempos de la marquesa de Pelayo, desde la casa de Los Quintana de Penagos. La portalada es del siglo XVIII y está coronada por un escudo de armas barroco. Se realizó en el año 1697 por dos maestros canteros, Tomás de los Perales y Juan Vicente del Pino, y en ella destacan el imponente escudo y la figura de la Fama o “giralda”.
El escudo barroco, cuartelado con dos leones apoyados en otros dos tritones, es rematado en su parte superior por un frontón triangular partido en cuyo centro se coloca una escultura alusiva a la fortuna.
En la finca se asientan varios edificios destacando un edificio de tres plantas La Casa Blanca, que fuera vivienda del Marqués y que actualmente aloja un museo sobre su figura. Localizada en lo alto de una colina hace que disponga de unas inmejorables panorámicas de las localidades de Valdecilla, Solares, y Ceceñas. Es un museo que resume toda la trayectoria vital del Marqués de Valdecilla, desde sus orígenes y su andadura profesional al frente del Ingenio Rosario en Aguacate, Cuba, hasta la huella que dejó en España a su regreso. Aunque la figura de Ramón Pelayo de la Torriente está presente en la exposición permanente del museo como eje temático, el espacio aborda también la cultura indiana de aquellos personajes que emigraron a América y alcanzaron un éxito económico y social. Muchos de ellos regresarían a sus lugares de origen desarrollando una actividad de mecenazgo en el ámbito educativo y cultural, sanitario, de la obra pública o en el aspecto social
Junto a la Casa Blanca se encuentra uno de los elementos más destacados del jardín: la Fuente de los niños. Se trata de una obra del escultor Mariano Benlliure (Valencia, 1862-Madrid, 1947), que realizó en 1928 por encargo de la sobrina y heredera del marqués María Luisa Gómez Pelayo, marquesa de Pelayo, para la Finca.
La fuente está formada por un basamento de granito rodeado por una lámina de agua con fondo cerámico, y el conjunto de los ocho niños, la pila-concha y el cisne en cerámica policromada y vidriada, para la que contó también con la colaboración de Ruiz de Luna. Es una variacion de las que Benlliure había creado entre 1912 y 1914 para decorar las fachadas de su casa y estudio de Madrid,
La exposición se completa con la visita a La Casuca, vivienda de la marquesa de Pelayo y sobrina del marqués. De arquitectura tradicional, presenta añadidos posteriores, donde destaca la solana en forma de galería que aprovecha las vistas al jardín y la luminosidad de su disposición.
La casa puede ser visitada y a través de las estancias se puede contemplar una buena representación de la vida burguesa del segundo tercio del siglo XX y la distribución de las estancias del servicio, con la mayor parte del mobiliario original.
San Rafael es la casa de invitados donde se alojaron destacados personajes de la historia como Alfonso XIII o Primo de Rivera. En su distribución se puede apreciar la separación entre la zona de servicio y la de los dueños de la casa, tan relevante en aquella época.
En el recorrido por la casa el visitante puede transitar por la mayor parte de las estancias de la vivienda. Descubrirá numerosos elementos decorativos y funcionales de la época y la decoración de azulejos de la afamada fábrica de cerámica artística de Talavera de la Reina, Ruiz de Luna. Desde su terraza de la planta primera podrá asomarse a la amplia terraza con una panorámica de la Finca y ver la destacada capilla adosada al edificio.
Ruta desde Pedreña |
Recogido en turismomediocudeyo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.