Merece especial mención el tramo que va desde Pedreña a la punta del Urro con parada en el mirador superior.
El camino que se señala en el mapa es aproximado. Sobre el terreno se puede matizar o modificar.
La
ruta empieza en el muelle de Pedreña girando a la izquierda y bordeando los
edificios blancos. Seguimos el tramo por los arenales y avanzamos por un camino
asfaltado por el Barrio el Monte, giramos a la izquierda y retomamos nuevamente
la ruta a lo largo del borde marítimo dando vista a la bahía y a la Península
de la Magdalena. Llegamos a La Junquera donde se ubica el Campo de Golf
Municipal, uno de los tres campos de golf existentes en Marina de
Cudeyo, siendo los otros el célebre Real Golf de Pedreña, el más antiguo y
famoso, cuna deportiva del campeón Severiano Ballesteros, y el tercero el de
Ramón Sota, situado en el pueblo de Agüero.
Antes
de llegar al extremo de la Punta de Elechas encontraremos la
continuación del paseo litoral, tramo conocido como del Urro y que muy
probablemente sea una referencia toponímica a unos de los islotes aledaños, la Isla
de la Hierba a la izquierda y la Isla de Marnay o de los
Ratones a la derecha.
Avanzamos
por una pista que discurre por lo alto de la loma, con magníficas vistas de la
Bahía y, hacia la izquierda, Peña Cabarga y la ría de Astillero, con el telón
de fondo de las lejanas pero majestuosas cumbres de Alto Campoo, Peña Sagra y
Picos de Europa.
Acabamos
en el Barrio El Urro, vemos un gaseoducto y subiremos hacia el pueblo de
Elechas. Tras varias bufircaciones por el Barrio Cardiro llegamos al cementerio
de Elechas. Continuamos por el paseo costero, que rodea el fondo de
la Ensenada de San Bartolomé.
El
tramo que empezamos se denomina de La Campanuca, en referencia a una de las Islas
de San Juan, concretamente la llamada Isla de La Campanuca,
en la cual aparecieron diversos vestigios arqueológicos que indican su
ocupación en época romana y medieval, siendo probable que existiera una ermita
en esta última época. Durante la Guerra Civil sus cavidades y abrigos rocosos
también fueron usados como refugio por algunos vecinos de Pontejos, pueblo que
sufrió algunos ataques por haberse construido en él un campo de aviación,
situado en una marisma rellena de la Ría de Tijero. En este tramo disfrutaremos
de una bonita panorámica de la Bahía de Santander y la ciudad al otro lado.
Avanzamos
y buscamos ruta hasta llegar al cementerio
de Pontejos.
La
subida culmina el Barrio Otero, situado en alto como indica su
nombre, y donde encontraremos el Parque Matías Laza, una
agradable área recreativa con mesas, juegos infantiles, parrillas, paneles
informativos, etc… así como una sencilla ermita levantada hace
pocos años sobre las ruinas de la antigua iglesia parroquial de San Juan
Bautista, que fue incendiada durante la Guerra Civil. Enfrente
también veremos la
Casona de Gómez Herrera, del siglo XVIII, con destacada
portalada y escudo, siendo una de las más antiguas de Pontejos.
Seguimos
por una carreteruca que bordea una finca con abundante arbolado y bajaremos
a la derecha hasta encontrar la carretera general. Continuaremos por ella a la
derecha, a través del pueblo de Pontejos, hasta pasar frente a la
Iglesia de San Juan Bautista, construida después de la Guerra Civil
por haber sido incendiada la anterior, y las Antiguas Escuelas de
Pontejos, construidas en 1923 con el patrocinio del Marqués de
Valdecilla, indiano y filántropo trasmerano que también costeó varias decenas
de grupos escolares más en distintos pueblos de la región, así como el hospital
santanderino que lleva su nombre. Seguimos por la carretera hasta tomar a la
derecha la desviación que conduce a la Isla de Pedrosa antiguo lazareto o
sanatorio, unida a tierra por un puente, y actualmente convertida en península,
destacando por su magnífico arbolado que casi oculta los pabellones.
Volvemos por el camino andado y nos desviamos para seguir bordeando el Barrio
Las Callejas y llegar hasta el Pabellón Municipal de Remo “José
Luis Valdueza”, una pequeña rampa y llegamos al Puente de
Pontejos, sobre la Ría de Astillero y enfrente de esa localidad, con
la que los pontejanos han estado siempre muy vinculados. Hasta la construcción
del Puente de Pontejos en 1966, una barca cruzaba la ría y comunicaba ambas
localidades, aunque al parecer algunos vecinos también la cruzaban a nado
cuando volvían tarde de las verbenas, a horas intempestivas en las que el
barquero no trabajaba. Desde este antiguo embarcadero también veremos las grúas
del astillero que continúa la histórica tradición de construcción naval que dio
nombre al municipio vecino, existiendo también en Pontejos una tradición de
carpintería de rivera que todavía perdura
.
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Pescando en el muelle de Pedreña |
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Senda pavimentada |
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Golf La Junquera |
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Oleoducto |
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Iglesia San Juan
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escuelas
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capinteria de ribera
Recopilado : Turismo Marina de Cudeyo, Areas recreativas Cantabria
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