PARQUE MITOLOGICO MINA PEPITA EN SOLARES
En el casco urbano de Solares encontramos el Parque Mitológico de la Mina Pepita, una antigua explotación minera a cielo abierto de casi dos hectáreas de terreno que aúna la belleza de sus formaciones geomórficas y su amplia variedad de especies vegetales. Sus singulares características le otorgan un halo mágico que envuelve al visitante y le depara gratas sorpresas entre sus recovecos, donde habitan los personajes más destacados de la mitología cántabra…
La excavación mineral ha sido recuperada para el uso y disfrute del público en un entorno geológico y natural de gran interés. Su puesta en valor supone recuperar el valor histórico y cultural que representa la mina, motor del desarrollo industrial de la Cantabria de finales del siglo XIX y principios del XX, conformando un rincón mágico, un espacio lúdico y educativo en el que ahondar en las tradiciones mitológicas heredadas de nuestros ancestros.
El parque se asienta en una antigua explotación de hierro denominada La Pepita, que cuenta con una extensión de 19.890 m2 y está localizada en el barrio La Calleja. La mina entró en servicio en el año 1887, coincidiendo con la construcción de la línea férrea de Santander – Solares y fue punto de partida del denominado Ferrocarril de Minas de Heras, que llegó a tener un trazado de 13 kms. para transportar el mineral hasta el lavadero y la estación de esta localidad.
La compañía que explotaba la Mina Pepita tuvo su lavadero junto a la estación del ferrocarril de Solares. Sus instalaciones se componían de dos batideras y una draga que se movían gracias a un motor de 70 caballos.
La abundancia en el caudal de agua del manantial de Solares motivó la construcción del balneario en 1898 y su temprana comercialización como aguas de mesa. Para lavar el mineral de hierro que se extraía de la mina se usaban los excedentes del acuífero y no las aguas del río Miera a pesar de su cercanía.
Las características singulares de este recinto convierten a Mina Pepita, situada a los pies de la mítica ‘montaña de hierro’ de Peña Cabarga, en el escenario idóneo para un parque dedicado a la Mitología de Cantabria.
Así, entre sus mágicos rincones podemos descubrir las representaciones de los principales personajes mitológicos cántabros, protagonistas de las creencias populares que se han transmitido entre generaciones. La divinización de la naturaleza, de los montes y picos, bosques y aguas, de la flora y la fauna, ha sido plasmada en historias de personajes fantasiosos que perduran hasta la actualidad y cuyo legado está presente vivamente en nuestro folklore. Al igual que en otras culturas, la mitología cántabra se ha nutrido de seres de fábula con aspectos y virtudes desiguales a los que los lugareños idolatraban o temían. Nos encontraremos con el temible Ojáncano, que nos da la bienvenida al parque, el benévolo Musgoso que acompaña nuestra ruta con la melodía de su flauta, o el Arbolón, gigante guardián del bosque. La dulce Anjana, la pérfida Ojáncana, los Caballucos del Diablo o el Trenti, entre otros, poco a poco irán surgiendo entre las agujas, en sus grutas o bajo los árboles de la Mina. Todos ellos acudirán prestos a la llamada de sus congéneres, siempre envueltos en el misterio y la fantasía, a caballo entre el bien y el mal, eterno dilema humano, para poblar un espacio único en Cantabria al que llegan para quedarse…
El Parque de la Mina Pepita cuenta con varias sendas de suaves pendientes que se internan entre espectaculares agujas y montículos de hasta más de 15 metros de altura que conforman desfiladeros, oquedades y angostos recovecos entre las rocas. La erosión natural y la acción humana han perfilado un paisaje de recortes que la naturaleza se ha encargado de colorear.
Una abundante vegetación, tanto autóctona como exótica, compuesta de acebos, encinas, tilos, fresnos, enormes acacias, saúcos, laureles, palmitos, enormes helechos o hasta un eucalipto centenario, otorga a este espacio natural de un notable valor ecológico en pleno núcleo urbano.
El Ojáncano |
Mugoso |
El Arbolón
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